Las celebraciones religiosas en España son dignas de conocer. En diferentes momentos del año litúrgico podemos encontrar citas de todo tipo a lo largo y ancho del país. Una de las tradiciones más espectaculares y más sentidas en la Semana Santa de Cervatos de la Cueza es nuestra procesión de la Muerte y Santo entierro del Señor. Queremos que sientas cómo se vive. ¿Nos acompañas?

La Procesión del Viernes Santo en Cervatos de la Cueza tiene singulares tradiciones y características que la hacen especialmente interesante, tanto desde un punto de vista religioso como turístico.

Está encabezada por una preciosa Cruz de plata y la sigue tres impresionantes pasos:

  1. Impresionante Cruz, pesada Cruz, llevada por dos hombres (Jesús el Nazareno y Simón el Cirineo), vestidos con dos túnicas oscuras, con largas pelucas y con los pies descalzos, acompañados por otras dos personas para taparles, con unas mantas, en las paradas de descanso.
  2. Preciosa, impresionante y muy pesada imagen del Cristo Yacente (Vendido por Cofradía del Santo Sepulcro de Palencia en 1935 a nuestra parroquia de Santa Columba para sustituir a un Cristo Yacente que desapareció en el incendio de la parroquia de San Miguel el mismo año. Obra de Ramón Núñez, entonces artista del departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina en la Universidad de Valladolid) llevada a hombros por los quintos del año, vestidos con unas bonitas capas negras de paño, típicas de los quintos, con una pasamanería muy bonita, las cuales por detrás están adornadas con una cruz en morado. Acompañados por las quintas, que portan unas horquetas donde se apoya la preciosa y pesada imagen en los descansos.
  3. Una preciosa imagen de la Virgen Dolorosa portada por los últimos casados/as del pueblo o con raíces en el.

Recorriendo toda la procesión, de un lado a otro, van los famosos y peculiares “Grillos”, que son penitentes vestidos con hábitos morados, sus caras cubiertas con unos capirotes y en los tobillos llevan los grilletes (que antiguamente se ponían a los presos) que al andar en el silencio de la noche hacen un ruido muy peculiar y llamativo (a los niños les da un poco de miedo) de ahí les viene el nombre de “Grillos”. También acompaña la procesión penitentes descalzos.

Todo ello envuelve una procesión diferente, sentida, muy emotiva y especial.

“La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano.”
-Santo Tomás de Aquino-